La ubicación del hotel es impresionante, muy cerca de la estación de metro. La habitación tenía una decoración maravillosa y también un baño de buen tamaño. El desayuno era delicioso, con zumo y una gran vista, y pasteles recién hechos.

La decoración del hotel me encantó. El vestíbulo colorido diseñado por Christian LaCroix con colores llamativos y telas ornamentadas crea un ambiente alegre. Además, los murales de pared inspirados en la época medieval y los estampados excéntricos le dan un toque único al lugar. Me sentí muy a gusto y disfruté de la atmósfera del hotel.

Lo único que pediría para que las vacaciones de las personas mayores sean aún mejores es que el personal del hotel sea más atento y servicial. En ocasiones, los niños que trabajan allí no fueron lo suficientemente atentos y tuve que pedir varias veces lo que necesitaba.

La extraordinaria ubicación, frente a Notre Dame, a pocos metros de las estaciones de Rer y Metro. La originalidad de la tapicería y de la sala de desayunos.

Nada, excepto el precio realmente alto de un hotel de tres estrellas. Pero vale la pena!

Las vistas al patio eran agradables, la habitación era amplia y muy bien decorada, con un parking público cercano y un servicio excepcional.

La habitación es bien cuidada y bellamente decorada y tiene un televisor de pantalla plana, una caja fuerte y una mesa de trabajo. El personal y el servicio son eficientes.

La ubicación era genial, justo en el corazón de la ciudad. Estaba cerca de todos los lugares principales y las atracciones turísticas. Además, el personal era amable y servicial, siempre dispuesto a ayudar. También disfruté de las vistas desde mi habitación, eran simplemente impresionantes.

Hubo algunos aspectos decepcionantes durante mi estancia. En primer lugar, el ascensor era extremadamente pequeño y tuve que subir las maletas por las escaleras hasta el primer piso, lo cual fue bastante incómodo.

Disfruté mucho de este hotel europeo. Las habitaciones tenían vistas.- El desayuno era delicioso, con croissants, pasteles y yogur.- La ubicación era excelente, cerca de grandes restaurantes y de las atracciones principales.

Habitación con vista a Notre Dame

Confort iluminado y tres habitaciones bien distribuidas

El olor a muerto. Ducha sin cortina

Este lugar tiene una ubicación genial, cerca de los clubes y varios restaurantes buenos. Fuimos a visitar la Santa Capilla, que queda a solo un paseo corto de aquí, y realmente valió la pena. El desayuno es bastante bueno, con un montón de comida para elegir. 🍳

La habitación tiene bonito diseño y ofrece vistas al río; el desayuno continental incluye una gran variedad de comida como croissants, pasteles y yogur.

Acabo de volver de mi segunda estancia en el Hotel Le Notre Dame Saint Michel y no puedo estar más satisfecho. La ubicación es increíble, con vistas a la majestuosa Notre Dame y cerca del animado barrio latino. tiene una excelente conexión con el metro. La decoración del hotel es divertida y el personal de recepción es muy amable y atento. Además, agradezco que me permitieran dejar mi equipaje antes del check-in, lo que nos permitió aprovechar al máximo nuestras vacaciones.

Recomiendo este hotel, es total.

Teníamos la habitación de la esquina en el piso superior con una vista espectacular de Notre Dame y el Sena. Ubicación excepcional para caminar por el centro y visitar la ciudad (la parada RER está a la vuelta de la esquina). Personal muy amable y atento a nuestras necesidades.

No me gusta la alfombra y, lamentablemente, está en todo el hotel, limpio y de calidad, pero está tanto en las habitaciones como en las escaleras y en el ascensor. Me parece demasiado pesado para el medio ambiente, que ya es pequeño en sí mismo, pero muy agradable.

Instalaciones excelentes y un desayuno muy bueno con una gran vista, croissants y también zumo. El hotel tiene habitaciones prácticas, con un buen diseño, encantadoras y románticas que cuentan con té, café y también una cama doble. Es un hotel situado a 10 minutos de la estación de metro Cité.

Nuestra estancia en el hotel fue estupenda. La ubicación es inmejorable, con vistas directas a Notre Dame y al Sena. Aunque el hotel es pequeño, las habitaciones son encantadoras y limpias. El personal fue amable y nos permitió guardar nuestro equipaje antes del check-in. Además, pudimos acceder fácilmente a numerosas atracciones y lugares emblemáticos de París. Sin duda, recomendaría este hotel.